22 de octubre de 2010

La apuesta

La apuesta
Venía navegando hacía ya nueve meses y sentía que estaba por llegar a destino, cuando de pronto -en medio del océano- se cruzó con Colón, al parecer muy ansioso por concretar su empresa. Pusieron los barcos uno al lado del otro, para poder charlar. Colón dijo que iba a descubrir las Indias.
Ella lo miró y, muy confiada, con tono provocador, le dijo.
-¿A que yo descubro un nuevo mundo un día antes que vos?
Molesto aunque intrigado, Colón, lo primero que hizo fue mandarla al carajo.
-¡¿Qué?! ¿Tenés miedo, marinero? Apostemos…
Colón, ya bastante impaciente, contó hasta diez y sabiendo que no perdería, preguntó cuál era la apuesta.
Y ella dijo:
-En homenaje al descubrimiento de un nuevo mundo ese día será feriado, ¿te parece?
-Trato hecho –dijo el almirante. Y convencido de que llegaría antes que esa dama, sin flota, ni tripulación, pegó media vuelta y siguió su rumbo.
De pronto el mar comenzó a agitarse cada vez más y de un sacudón la dama fue despedida, apareció en la costa y fue recibida con grandes ovaciones.
A todo esto, Colón desconociendo el suceso desembarca al amanecer del día siguiente y se entera para su gran pesar de que había perdido la apuesta. La dama tenía razón, había descubierto un nuevo mundo un día antes que él.
Así fue que el 11 de octubre fue declarado feriado.

Para Bea, con cariño.