9 de enero de 2013

El arca

La lluvia la pescó en la mitad de la calle y sin paraguas. ¿Y a ahora que hago?,  pensó Yael. Dobló la esquina y descubrió un café muy bonito. Nunca lo había visto antes. Se sentó a esperar que pare la lluvia y tomó algo mientras tanto. Afuera diluviaba cada vez más. Había en el café todo tipo de gente. Un niño, un viejo, varias mujeres, algunos turistas. Sonrió pensando que estaba en el Arca de Noé.
Cuando pidió la cuenta se la acercaron en un cofrecito muy simpático.



Para los amigos de Marucca Coffee. Feliz 2013.