31 de julio de 2012

Ocurrencia

Este cuento que escribí contiene palabras con las cinco vocales sin repetir. Si se te ocurren otras palabras, agregalas.


Eulogia y Aurelio eran dos abuelitos que vivían en el campo en un ranchito paupérrimo cerca de un bosque de eucaliptos.
A menudo se inundaba, y los intensos aluviones en las paredes del rancho formaban muchos agujeritos donde se escondían los murciélagos.
-Ay, Aurelio, suspiraba Eulogia con su eterno pañuelito en la cabeza, urbanicemos este pueblo de una vez, qué bueno sería si pudiéramos hacer algo para lograr una superación en la vida!!!, si tuviéramos alguna herramienta para producir una sublevación, pero somos gente tan pobre que ¿quién nos escucharía?, ¿qué podríamos cuestionar?
-quizás podríamos dedicarnos a la venta de neumáticos, pero...
-"Yo tengo una idea mejor", dijo Aurelio que, aunque viejito y con problemas reumáticos, no se daba por vencido. A menudo lo invadía una gran euforia, le subían las pulsaciones y le decía a su mujer con auténtico convencimiento y entusiasmo: "te equivocás, Eulogia, hay mucho por hacer todavía por nosotros y por los demás, fijate cómo está la situación, nosotros podríamos habilitar una fundación para huerfanitos, y de este modo darles educación, ellos se transformarían en gente muy estudiosa y nos lo agradecerían."
Era ésta, por cierto, una tarea muy enjundiosa. -"Ay Aurelio, qué ocurrencia!!!, la idea me parece interesante, cuidémosla, pero nosotros no sabemos cómo hacerlo, cuál es la regulación".
-"No te preocupes”, dijo él luego de que se introdujeran en la cama, "yo conozco un buscapleitos, el Dr. Esculapio, él me va a ayudar”.

...a lo lejos vio que había una reunión importante, una concurrencia muy selecta, se acercó a curiosear a los tertulianos y averiguó que mucha gente había renunciado a la conducción de importantes fundaciones porque habían sido denunciados por fraude.
Aurelio pretendía que le propusieran a él la dirección de alguna de estas fundaciones ya que eso les proporcionaría su manutención y la de los huerfanitos, y de este modo se podría acabar con esas terribles frustraciones.
Pensó entre sí:"Pronunciaré un discurso con mucha contundencia y los convenceré!!!"…

…y en eso, Eulogia lo saludó dulcemente, BUEN DÍA le dijo, mientras le cebaba el primer mate de la mañana.